Hola,
Hoy hacemos un postre: tarta de queso.
Las tartas de queso las podemos clasificar en dos: las que necesitan horno y las que no. En realidad me decantaría por las tartas de requesoón horneadas, pero de las que he probado que se hacen en frío, esta, sin dudas es la que más me gusta.
La autora de la receta obtuvo buenos ingresos en su tiempo vendiendo esta tarta, junto con otros postres a diversos restaurantes de la ciudad, y me consta que tenía mucha aceptación.
Tiene una presencia espectacular (perdonad por no haber presentado una ración pero la tarta era para una fiesta que hacía un amigo en su casa y no era cuestión de trocearla antes).
Lo que más gusta de la tarta es tanto su presencia como el sabor de la base de galleta y mantequilla, y el contraste de los zumos de piña y limón con el dulzor de la leche condensada (no anda exento de calorías este postre, pero de vez en cuando no pasa nada).
Clave para hacer esta receta: Los tiempos y el orden en la preparación. Primero hay que hacer la base de galleta y mantequilla pues tenemos que esperar a que endurezca dentro del congelador. Mientras vamos haciendo la masa de queso. Diluiremos la gelatina en láminas o colas de pescado cuando tengamos la certeza de que la base de galleta esté congelada. Si no la tarta solidificará antes de introducirla en el molde. Luego hay que esperar a que la masa de queso solidifique al frío del frigorífico para que podamos añadirle la cobertura de gelatina de frambuesa. Si le añadimos esta y la tarta está líquida, se mezclará la cobertura con la masa y quedará mal. Por último hay que esperar también a que solidifique la cobertura antes de servirla.
En resumen: es muy fácil de realizar pero requiere tiempo de reposo en la nevera, por lo que os recomiendo que si la vais a servir para una cena, la empecéis a hacer por la mañana, o si no, el día anterior.
En cuanto al coste de la misma, os puedo asegurar que sale perfecta utilizando marcas blancas tanto para el queso como para la leche condensada. El queso que yo he utilizado es el de Hacendado: cuesta la mitad que el de Philadelphia y la tarta no lo nota. La medida son dos tarrinas de Philadelphia (180 gr. cada una). Tened en cuenta que el formato del queso para untar Hacendado es mayor, por lo que debéis pesarlo previamente (360 gr. en total).
No ocurre lo mismo con la galleta: La perfecta para ello es María Dorada Marbú (creo que ahora es Artiach). He probado con otras marcas de galleta y no sale tan bien.
Si seguís estos consejos os garantizo que triunfaréis con esta tarta. Si tenéis alguna duda para eso están los comentarios que podéis dejar en el post.
Los ingredientes:
360 grs. de queso para untar tipo Philadelphia.
1 lata pequeña de leche condensada.
1/2 vaso (y un poquitín más ) de zumo de piña (si lo compráis que no contenga uva, mejor)
el resto de la capacidad del vaso del zumo de piña, de zumo de limón
6 láminas de gelatina o cola de pescado.
Para la base:
1 paquete de galletas María Dorada Marbú
150 grs. de mantequilla
Para la cobertura:
1 sobre de gelatina en polvo de fresa o frambuesa.
Agua
Bueno, pues eso es todo por hoy. Espero que hagáis la receta. Buen provecho y saludos desde Córdoba.
Hoy hacemos un postre: tarta de queso.
Las tartas de queso las podemos clasificar en dos: las que necesitan horno y las que no. En realidad me decantaría por las tartas de requesoón horneadas, pero de las que he probado que se hacen en frío, esta, sin dudas es la que más me gusta.
La autora de la receta obtuvo buenos ingresos en su tiempo vendiendo esta tarta, junto con otros postres a diversos restaurantes de la ciudad, y me consta que tenía mucha aceptación.
Tiene una presencia espectacular (perdonad por no haber presentado una ración pero la tarta era para una fiesta que hacía un amigo en su casa y no era cuestión de trocearla antes).
Lo que más gusta de la tarta es tanto su presencia como el sabor de la base de galleta y mantequilla, y el contraste de los zumos de piña y limón con el dulzor de la leche condensada (no anda exento de calorías este postre, pero de vez en cuando no pasa nada).
Clave para hacer esta receta: Los tiempos y el orden en la preparación. Primero hay que hacer la base de galleta y mantequilla pues tenemos que esperar a que endurezca dentro del congelador. Mientras vamos haciendo la masa de queso. Diluiremos la gelatina en láminas o colas de pescado cuando tengamos la certeza de que la base de galleta esté congelada. Si no la tarta solidificará antes de introducirla en el molde. Luego hay que esperar a que la masa de queso solidifique al frío del frigorífico para que podamos añadirle la cobertura de gelatina de frambuesa. Si le añadimos esta y la tarta está líquida, se mezclará la cobertura con la masa y quedará mal. Por último hay que esperar también a que solidifique la cobertura antes de servirla.
En resumen: es muy fácil de realizar pero requiere tiempo de reposo en la nevera, por lo que os recomiendo que si la vais a servir para una cena, la empecéis a hacer por la mañana, o si no, el día anterior.
En cuanto al coste de la misma, os puedo asegurar que sale perfecta utilizando marcas blancas tanto para el queso como para la leche condensada. El queso que yo he utilizado es el de Hacendado: cuesta la mitad que el de Philadelphia y la tarta no lo nota. La medida son dos tarrinas de Philadelphia (180 gr. cada una). Tened en cuenta que el formato del queso para untar Hacendado es mayor, por lo que debéis pesarlo previamente (360 gr. en total).
No ocurre lo mismo con la galleta: La perfecta para ello es María Dorada Marbú (creo que ahora es Artiach). He probado con otras marcas de galleta y no sale tan bien.
Si seguís estos consejos os garantizo que triunfaréis con esta tarta. Si tenéis alguna duda para eso están los comentarios que podéis dejar en el post.
Los ingredientes:
360 grs. de queso para untar tipo Philadelphia.
1 lata pequeña de leche condensada.
1/2 vaso (y un poquitín más ) de zumo de piña (si lo compráis que no contenga uva, mejor)
el resto de la capacidad del vaso del zumo de piña, de zumo de limón
6 láminas de gelatina o cola de pescado.
Para la base:
1 paquete de galletas María Dorada Marbú
150 grs. de mantequilla
Para la cobertura:
1 sobre de gelatina en polvo de fresa o frambuesa.
Agua
Bueno, pues eso es todo por hoy. Espero que hagáis la receta. Buen provecho y saludos desde Córdoba.
No te preocupes porque ahora estés muy pillado, es normal y ya nos tocará a todos. Tú con calma, vete publicando, leyendo etc. Creo que muchas frutraciones blogueras vienen por ahí, y para nada, poco a poco se va progresando.
ResponderEliminarA nosotros nos tocará (es más hubo una temporada que por trabajo nos pasó), pero bueno, por ahora vamos tirando.
Excelente ejecución Salmorejocordobés. Nunca había probado este tipo de tarta con zumo, y la verdad es que me ha gustado mucho. Nosotros la hacemos muy parecida, lo de la gelatina se lo he visto hacer a mi madre y es verdad que queda de miedo.
Un saludo
Hola Carlos,
ResponderEliminarGracias por tus ánimos. La verdad es que la tarta queda muy buena. Buena mezcla de sabores que dan un delicioso resultado.
Gracias y saludos desde Córdoba
Deliciosa Salmorejo!!!, soy una enamorada de las tartas de queso (tanto en su versión horneada com la versión fría)... ésta tuya tiene que estar estupenda sin ningún lugar a dudas... tomo buena nota de ella!un saludo
ResponderEliminarHola Martuki,
ResponderEliminarMe alegro que te gusten. Prueba a hacerla y ya me comentas.
Gracias y saludos desde Córdoba